El 15 de junio tomaba posesión la nueva Corporación Municipal, con Germán Beardo a la cabeza gracias a un pacto de gobierno entre el Partido Popular y Ciudadanos que no les garantiza la mayoría en el salón de plenos. Fueron unos días repletos de dimes, diretes y cotilleos varios que crecían conforme las declaraciones públicas de los dos partidos implicados brillaban por su ausencia. Finalmente todo se resolvió con la firma in extremis de este acuerdo que posibilitó la vuelta de la derecha al gobierno local cuatro años después.
Una vez cumplidos los cien primeros días de mandato cabe hacer un pequeño resumen de lo que ha acontecido en este periodo que normalmente utilizan los gobiernos para asentarse, conocer sus nuevas tareas e ir tomando el pulso a la administración. No ha sido este el caso...
Entrando por la puerta grande. La primera gran medida del gobierno llegó en menos de 48 horas: una investigación por la supuesta manipulación de las medallas de la Virgen de los Milagros que se repartieron en el pleno de investidura. Su objetivo: hallar al culpable de aquel atropello y descubrir quien dio tan maliciosa orden. Llovieron las acusaciones de sabotaje, de ultraje a los símbolos locales y al sentir religioso, con dedos acusadores señalando a diestro y siniestro… Al final todo fue un error del orfebre. Caso archivado.
Más de un mes para organizarse…. El pleno de organización -en el que se fijan las delegaciones del gobierno, la composición de las distintas comisiones y los distintos órganos de las empresas municipales- se celebró más de un mes después de la toma de posesión del alcalde. Supongo que no fue fácil cuadrar el reparto al tener un equipo tan preparado y con perfiles profesionales tan claramente destinados a la gestión de determinadas áreas, otro que tuvieron que conformarse forzosamente con las sobras y otros que no querían de ninguna manera sentarse en según que sitio...
… no fue suficiente. Por si fuera poco, después de tan ardua tarea para cuadrar el organigrama institucional al completo, todo se vino abajo unos días después con la dimisión de Carmelo Navarro, nº 2 de la candidatura popular y presentado como el ‘fichaje estrella’ que no duró ni diez minutos en el terreno de juego. Su sustitución llegó en un pleno extraordinario y urgente convocado de un viernes para un lunes expresamente para la toma de posesión de la nueva concejala. Algo que no suele ser la tradición en nuestro Ayuntamiento pero deja claro la concepción que el Partido Popular tiene del mismo.
El Puerto Global para pasar a la Historia. Empezaron muy fuerte: la vuelta del Gerente a El Puerto Global ha sido una chapuza monumental. Tomada por iniciativa del propio Alcalde al margen de cualquier órgano de la empresa, ha conseguido poner de acuerdo a toda la oposición o provocar el pronunciamiento en contra tanto de la plantilla como de la Intervención Municipal. Una cacicada para pagar favores electorales propia de otros tiempos, que ya está en manos del Juzgado, y que hace que Javier Bello pase a la historia local como el primer Presidente de una empresa municipal censurado por su Junta General, y además en tiempo récord. Meritorio.
Medio Ambiente, echando gasolina al fuego. La siguiente gran polémica de estos cien primeros días saltó por una contratación llevada a cabo en la contrata municipal de limpieza al margen del convenio laboral vigente. A mi entender, una polémica que podría haberse evitado si se hubiese optado por el diálogo y la mediación, en lugar por ponerse de lado, darle la razón a la empresa y salir después en prensa a atacar públicamente a la plantilla del servicio con unas declaraciones más que vergonzosas. Unido a todo esto aparecen además otro tipo de denuncias, como el presunto uso de material y personal de nuestra ciudad para limpiar la vecina Jerez. El gobierno se mantiene erre que erre, negando cualquier posibilidad de diálogo. Se avecinan curvas.
Un pleno más vergonzoso que ordinario. Con todo ese recorrido llegamos al primer pleno ordinario del mandato, habitualmente tranquilo, de rodaje, que suele pasar desapercibido. No fue este el caso. Ante un ambiente caldeado, el pleno fue subiendo de tono y explotó de la mano de Javier Bello, el Portavoz del gobierno. La imagen del Alcalde mandándolo callar sin éxito mientras este vociferaba contra la oposición, quitándose de encima a los compañeros que intentaban calmarlo, tardará mucho en borrarse. Es inadmisible que alguien que representa al gobierno municipal pierda los papeles de esa manera. Si ese va a ser el tono habitual aventuro un turbulento mandato para el gobierno y una vida política muy corta a su actual portavoz.
Ha habido más cosas, detalles de despotismo variado, intenciones de abrir un caza de brujas en determinadas áreas municipales, de acabar con ‘chiringuitos’ en función de no sé qué concepción ideológica de la administración… Pero creo que todas ellas se resumen en una frase: el Partido Popular ha entrado como un elefante en una cacharrería, como si la administración local fuese su cortijo, y como si dispusiese de una mayoría absoluta que no tienen. Quedan 1.360 días ¿cambiarán de actitud?