Domingo 15 de octubre. Quizás el día más emocionante de todos hasta ahora, en el que pondríamos pie en los territorios saharauis liberados. Nuestro objetivo: llegar al muro marroquí que divide en territorio saharaui en dos. Pero antes, una advertencia: en este post no hablaré nada acerca del por qué del muro, su función etc ni tampoco sobre los territorios liberados porque las circunstancias no me lo permiten. Todo ello lo redactaré una vez llegue a España.
Salimos temprano de casa de Salka. A las 6.30 estábamos de camino a Rabouni, donde hicimos una pequeña para técnica para avituallamiento. Conocimos a las escolta saharaui que nos acompañaría todo el viaje y reemprendimos la marcha hasta los territorios liberados.
El camino se hizo por carretera, hasta un puesto de aduanas del ejercito argelino. Una vez pasado el control, giramos a la derecha y cruzamos el desierto, siempre siguiendo a la escolta saharaui. Tras una hora de viaje campo a través llegamos al muro.
Se trata de un conjunto de paredes de arena, con puestos de vigilancia. La verdad es que impresiona. Desde el minuto uno captamos la atención de los solados del ejército marroquí, que no nos quitaban el ojo de encima. Nos acercamos a escasos 100 metros del muro, deteniéndonos cerca del inicio de la zona minada, sacamos la bandera saharaui y dimos rienda suelta a todo lo que nos iba saliendo. Fue emocionante.
A la vuelta la escolta saharaui nos llevo hasta un tarajal en pleno desierto, con nada en kilómetros a la redonda, donde comimos y descansamos juntos antes de emprender el camino de vuelta al campamento de Auserd, donde llegamos a media tarde.
Una vez de vuelta, la práctica totalidad del grupo se fue a casa de Mamia Brahim, directora del centro de discapacitados del campamento de Auserd con la que tenían algunas cuestiones que adelantar. Yo, por mi parte me quedé en casa de Salka, descansado y escribiendo esta crónica.
Mañana nos toca día de trabajo recorriendo los huertos familiares que aun nos faltan por visitar, algo que seguramente nos llevará mañana y tarde.