Domingo, 8 de octubre. Habiendo dormido solo 3 horas mal contadas, después de una jornada de viaje maratoniana y de tomar un pequeño desayuno, dejamos Rabuni rumbo a Dajla. Atravesamos 150 km de un paisaje llano y desértico, que a pesar de lo bonito y de una carretera más que decente se hizo largo como él solo.
Al llegar a Dajla nos dirigimos directamente al Hospital Regional para supervisar el estado del quirófano que se pretende inaugurar el 12 de octubre y tener una idea de todo el trabajo pendiente. Allí conocimos la gran labor que hacen estos médicos y enfermeras -la gran mayoría de ellos con formados cubana- que trabajan con medios más que justos y casi provenientes en su totalidad de donaciones solidarias. Tuvimos la oportunidad de reunimos con el Director de Sanidad de la Wilaya de Dajla, que nos acompañó junto al Director del hospital. Aquí se ofrecen servicios para todo el campamento: medicina general, pediatría, ginecología y, a partir del día 12, un quirófano para realizar operaciones.
Y claro, tocó resolver el primer problema: en las obras para la construcción del quirófano no habían dejado espacio para la sala de esterilización, así que hubo que ponerse manos a la obra para solucionar el entuerto. Entre Manu Basallote y el equipo de construcción se encontró la forma para acoger la sala reorganizando los espacios del hospital de la mejor forma posible.
Después de esta primera visita, nos fuimos a casa de Tutu, nuestra anfitriona. Tutu habla perfectamente castellano, aprendido en los años que pasó estudiando en España y es amiga personal de Manu y otros compañeros de AMAL. Conocimos su casa y a su familia y pude hartar de apreciar unos primeros pequeños detalles de la sociedad saharaui: desde la decoración hasta las relaciones personales con los visitantes y entre la propia familia. A la saharaui se la considera una sociedad matriarcal. Es fácil ver mujeres saharauis ocupando puestos destacados en su comunidad y La vida de las mismas se organiza en torno a ella.
Por la tardes visitamos la Wilaya de Dajla, con dos tareas. Por una parte, trasladar al Hospital el material para el quirófano enviado semanas atrás por AMAL Esperanza y La Vicuña: desde vendas, gasas, jeringuillas y medicinas, hasta el equipamiento completo del quirófano. En un par de viajes nos lo ventilamos. Y también para saludar a nuestro amigo Salek Baba, Gobernador de la Wilaya de Dajla, a quien ya conocimos en una de sus visitas a El Puerto, y que en parte tiene la culpa de que estemos aquí.
Salek nos recibió en una recepción oficial que sirvió para formalizar todos los compromisos entre Amal Esperanza, Salam Paz y Sahara libre con el Gobierno de Dajla: la puesta en marcha del quirófano del Hospital Regional, la renovación de 40 cubas de agua en diferentes puntos del campamento y el inicio de los trabajos para la reconstrucción del edificio comunitario de la Daira de Bir Nzaran.
Ya por la noche regresamos a casa de Tutu para la cena -y para tener mi primera ducha saharaui, toda una experiencia... Al día siguiente nos esperaba la primera jornada de trabajo en el Hospital.