Post rápido en Facebook. En torno a cuatro millones de personas han participado en la primera vuelta de las primarias de la derecha francesa, que se saldan con la clara victoria de François Fillon (44%) seguido de lejos por Alain Juppé (28%) mientras un Sarkozy lepenizado, que jugó a seducir al electorado del Frente Nacional, se ha pegado el batacazo y ha quedado eliminado (20%).
Fillon no representa nada nuevo para la derecha francesa ni nada esperanzador para las clases populares de Francia. Encarna a la derecha clásica francesa, heredera del gaullismo: conservador, católico, burgués y republicano. Aun así, creo que es el mejor candidato anti-Le Pen que puede presentarse. Triste.
Triste, porque en la izquierda las cosas no están mejor. La estrella será Emmanuel Macron, exministro de economía de François Hollande hasta agosto, que ya se desmarcó claramente de cualquier tradición socialista, y a quien El País definía hace poco como “líder de una nueva izquierda moderna con tintes liberales”. Toda una carta de presentación…
Mientras, todo hace presagiar que el Frente de Izquierda y el Partido Comunista Francés competirán en candidaturas separadas después de que los cuadros de la formación optasen por presentar una candidatura comunista independiente. No obstante, aunque queda una consulta a las bases que ha de celebrarse en los próximos días. Esperemos que reine la cordura y las bases del PCF tengan más sentido común que el que han demostrado algunos de sus dirigentes. Porque Francia se juega mucho el año que viene.