Publicado en El Puerto Actualidad
El proyecto de construcción de los aparcamientos subterráneos en Plaza de Toros y Pozos Dulces sigue presente en la agenda política local. Conscientes de que es un tema de calado para la ciudad, OndaLuz TV emitió ayer un debate con el objetivo de dar a conocer la posición de las ocho formaciones que concurrieron a las pasadas elecciones municipales.
Abrir el debate a las fuerzas sin representación municipal fue un acierto. Si los/as portuenses tuvieron la oportunidad de decidir su voto entre ocho candidaturas, también deberían poder conocer qué opinan cada una de ellas sobre este proyecto, al margen de si tienen o no representación municipal. Es lo más democrático y enriquecedor para la opinión pública.
Me resultó llamativo hubiera ocasiones en las que el representante del Partido Popular parecía ejercer de agente de los fondos JESSICA ante los telespectadores. Parecer extraño tal empecinamiento con un proyecto que, a medida que se va conociendo más en profundidad los detalles que tiene que ver sobre todo con la compleja de la operación financiera que conlleva, va mostrando lo perjudicial que puede ser para el Ayuntamiento, y que, como se puso en evidencia durante el debate, ni siquiera cumple con los requisitos recogidos en el PGOU aprobado por el Partido Popular en 2011.
Ese documento establece que ambos aparcamientos deben tener una capacidad de 1.400 plazas, ser gestionados mediante concesión (siguiendo el modelo del aparcamiento subterráneo de la Plaza Peral, por ejemplo) y llega incluso a fijar los costes totales de la operación en 14 millones de euros. Sin embargo, el proyecto del PP y AC JESSICA contempla 923 plazas, la cesión del subsuelo en propiedad a una empresa privada y un coste total de 17,9 millones de euros en forma de crédito. Es decir, estamos ante una operación que dejará a la ciudad con menos plazas de aparcamiento que las actualmente existentes y además echará sobre las espaldas del Ayuntamiento otra nueva deuda.
Siempre vimos una inusitada insistencia del Partido Popular en este proyecto, que ha estado envuelto en la polémica desde desde el primer momento (recordemos las sospechas en torno a la concesión de la obra lanzadas por las empresas que se presentaron a concurso). Los aparcamientos subterráneos deben construirse. Esa es la obsesión del Partido Popular. Da igual si se pierden plazas y si las que quedarán serán más caras. Da igual las dudas en torno a la obra, a la operación financiera o al papel del fondo buitre. Da igual el rechazo social y la movilización ciudadana. Da igual dejarse la Alcaldía y dos alcaldes por el camino. Da igual el sobrecoste o la situación económica del Ayuntamiento. Los aparcamientos deben construirse. El negocio debe continuar.
Quizás, todo resulte más claro si entendemos al Partido Popular como una trama de intereses privados que se presentan a las elecciones para hacer negocio a costa de la administraciones públicas, en este caso, a costa de los/as portuenses y de la propia institución municipal. Capitalismo de amiguetes y porcentajes que parece que no solo hablan catalán.