Ayer fue un día importante y bonito para el Barrio Alto y para quienes vivimos aquí: los vecinos y vecinas de José Antonio recogieron las primeras llaves de los nuevos pisos de la Barriada de Santa Clara. Después de más de 10 años de ejemplar e incansable lucha vecinal un barrio destrozado por la precariedad social, abandonado a su suerte por todas las administraciones empieza a salir adelante. Sería bastante triunfalista pensar que ya está todo solucionado, pero no es así.
El traslado supone una evidente mejora en las condiciones de vida de los vecinos de José Antonio (maldito nombre, maldita Barriada) pero todavía queda mucho por hacer desde la Consejería de Vivienda de la Junta de Andalucía, desde el Ayuntamiento de El Puerto, y también desde el movimiento vecinal y el Foro Social para que se garanticen los mecanismos sociales que consigan que Santa Clara sea el ejemplo de convivencia y uso del parque público de viviendas que todos/as queremos. Aún así, con todo, es imposible no alegrarse por ellos/as y, en lo que a mi me toca, también por el trabajo que poco a poco Izquierda Unida va sacando adelante no sin esfuerzo.
El trabajo de IU en materia de vivienda y sus resultados en El Puerto resalta aún más cuando miramos al rededor. Hace un par de días conocíamos que la empresa municipal de vivienda, SUVIPUERTO, presentaba un desfase de 7.8 millones de euros y unas pérdidas de 74.000€ en 2014, lo que supondría que esta empresa municipal con más de 25 años de servicio a los/as portuenses eche el cierre tras siete años de gestión del Partido Andalucista. Ahora se entiende mejor la espantá que hace unas semanas protagonizaron Miguel Pérez de Yrigoyen (Consejero Delegado) y Antonio Jesús Ruiz (Concejal de Vivienda y Candidato del PA a la Junta de Andalucía) después de dejar la empresa a borde de la quiebra. Alguien tendrá que asumir responsabilidades ¿no?.
Sin duda dos noticias que contraponen dos formas de impulsar la política en materia de vivienda y de gestionar lo público.