Viernes, 8 de agosto de 2014. Con el grueso de la brigada de vuelta en España, la parte gaditana nos dispusimos a emprender una mini aventura por la provincia de Pinar del Río, la más occidental del país. La UJC nos había gestionado el viaje de ida con el Secretario Provincial de la UJC en Pinar del Río y su familia. Nuestro destino: Viñales, un municipio de 25.000 habitantes emplazado en el centro de la provincia (y en el valle que lleva su nombre), a donde llegamos tras más de 2 horas de viaje y 185 kilómetros después.
Sábado, 9 de agosto de 2014. Desde Viñales tuvimos la oportunidad de recorrer el inmenso paraje natural que compone el valle durante más de cinco horas de caminata desde el centro del pueblo, llegando primero hasta la cueva del palmarito y su refrescante piscina natural, y de allí al mural de la prehistoria para volver de vuelta al centro del pueblo, a unos tres kilómetros de distancia y que, tras la tremenda caminata campo a través, nos decidimos a hacer en carreta.
Domingo, 10 de agosto de 2014. Nuestro último día en Viñales lo decidimos pasar en Cayo Jutías (55 km al norte) donde acabamos perdiéndonos hasta llegar a la playa más virgen y salvaje que he visto en mi vida. Volvimos a Viñales para comer y preparar nuestro viaje de vuelta a La Habana, a donde llegamos justo a tiempo para poder disfrutar del desfile de carnaval en nuestra última noche en Cuba.
Lunes, 11 de agosto de 2014. Ahora sí: último día en Cuba. Por la mañana dimos nuestro último paseo por La Habana y visitamos la Cámara Oscura (donada de la Diputación de Cádiz). Comimos en la sede de la UJC desde donde salimos hacia al aeropuerto José Martí para poner rumbo a España. Nuestro avión salía a las 21.30 pero por cuestiones ajenas a nuestra voluntad (y a la del niño que se puso enfermo teniendo que ser evacuado del avión) despegamos dos horas más tarde.
Así nos despedíamos de Cuba tras 17 días de brigada y tres más de propina. Con muchas vivencias que contar, nuevas amistades, nuevos aprendizajes y una experiencia política de primera magnitud. Cuba se defiende. Volveremos.
Martes, 12 de agosto de 2014. Día de espera en Madrid. Llegamos a Barajas a las 14.00 con la tarea de hacer tiempo hasta las 22.00, hora en que salía el autobús rumbo a Cádiz. Pasamos la tarde en casa de Alba, junto a Irene y Javi, de quienes nos despedimos en la estación minutos antes de coger el bus de vuelta a Andalucía.
Miércoles, 13 de agosto de 2014. Tras siete horas de insufrible trayecto en autobús desde Madrid con todo el cansancio acumulado posible, por fin puse pie en El Puerto a las 5h30. La parte gaditana de la brigada se dividió definitivamente poniendo punto y final a esta experiencia.