La noche del sábado una treintena de policías asaltaron la sede del PCE en Alcalá de Henares, donde se celebraba un acto de la Plataforma Stop Represión. La policía cargó contra quienes se encontraban dentro provocando cuatro heridos, registró la sede y detuvo a dos personas, ambas militantes de la UJCE.
Estamos ante unos hechos extremadamente graves. El aumento de la represión para aterrorizar a quienes se organizan para plantar cara al modelo neoliberal es una muestra más del retroceso que estamos sufriendo en materia de derechos civiles y libertades políticas y la constatación de que ya se ha implantando en nuestro país un modelo de democracia autoritaria propicio y necesario para aplicar las impopulares políticas de austeridad impulsadas por la Troika.
Aunque las detenciones y la represión contra militantes de la UJCE no es algo nuevo, en los últimos meses se está produciendo un goteo constante de camaradas hacia las comisarías de todo el estado. Además, se da la casualidad que este asalto y estas detenciones se producen pocos días después de que El Mundo y el ABC publicasen sendos artículos en el que se catalogaba a la UJCE y a otras organizaciones como "radicales", "violentos", "antisistemas que buscan extender el efecto gamonal" y "desestabilizar el estado de derecho".