Esta mañana me encontré con la imagen que acompaña esta entrada. Está sacada de un periódico gratuito local, de esos que se distribuyen en el centro de muchas ciudades y que tienen una audiencia nada despreciable. En la segunda página de este medio, junto al editorial, aparece una sección donde diariamente se destaca, para bien o para mal, a dos personajes públicos. En la edición de hoy destacan negativamente a Nicolas Maduro acusándole de amenazar a España y aprovechar "para hacerse la víctima".
Ante la preocupante situación que vive ahora Venezuela, surgida después de que Henrique Capirles no reconociera los resultados de las elecciones del pasado domingo, se deja intuir que Maduro es responsable o, cuanto menos, no se menciona lo que allí está pasando. Esto no es más que otro claro ejemplo de cómo se consigue mantener a la población española en un estado de desinformación brutal respecto a todo lo que pasa en Venezuela desde que comenzó la Revolución Bolivariana.
Para empezar, la mayoría de medios españoles coincidían en que la ajustada victoria de Maduro dejaba al país al borde del caos a pesar de que, por ejemplo, Maduro ganó las elecciones con mayor porcentaje del que obtuviera Rajoy aquí. Pero lo más grave vino luego cuando Capriles lanzó duras acusaciones de fraude, apoyadas sin fisuras por El País (aquí, aquí o aquí) y lanzó a la calle a sus seguidores y a los grupos violentos de la derecha venezolana que ha provocado ocho muertos, disturbios y violencia urbana, quemaron sedes del PSUV, atacaron a centros de atención médica, etc.
Y ante esto ¿qué destaca casi unánimemente la prensa española, incluido la prensa local? Unas declaraciones de Maduro respondiendo al ministro de exteriores de España. ¿A quién culpan? Evidentemente, a Maduro.
Si al leer un periódico de información local de su pueblo cualquier persona 'normal' se encuentra con esto no es de extrañar que la gran mayoría de la población española tenga una imagen tan distorsionada de lo que ocurre en Venezuela.