Después de muchísimo tiempo he vuelto a publicar un nuevo artículo en Hablando República, un blog que nunca me canso de recomendar. Se titula 'La derecha francesa se rompe en dos y Marine Le Pen se frota las manos'. En esta ocasión el artículo trata sobre la crisis de liderazgo abierta en la derecha francesa después de la celebración de su último congreso. Podéis leerlo a continuación y también en este enlace.
Corren tiempos convulsos para la derecha francesa. Tras las derrotas electorales en las elecciones presidenciales de mayo y en las legislativas de junio, en el seno de la UMP -el equivalente francés del Partido Popular- han aflorado grandes diferencias entre las distintas corrientes de pensamiento, tensiones y brutales luchas internas por el poder.
El momento cumbre de estas rivalidades internas se vivió en el último congreso de la UMP celebrado el pasado 18 de noviembre para elegir al nuevo presidente del partido. Dos candidatos consiguieron los avales necesarios para optar a la presidencia: de un lado François Fillon, antiguo Primer Ministro y mano derecha de Sarkozy durante los cinco años de gobierno. Del otro lado Jean-François Copé, ex presidente del grupo parlamentario de la UMP en la Asamblea Nacional y Secretario General de la UMP durante la presidencia de Sarkozy. En teoría la UMP debía pasar la página de la era Sarkozy y salir fortalecida en torno a un nuevo líder. Sin embargo, la derecha francesa se rompió en dos.
El congreso acabó eligiendo a Jean-François Copé como nuevo Presidente de la UMP con el 50,28% de los votos entre fuertes acusaciones de fraude que provocaron que el campo de Fillon (49,72%) no reconociera el resultado final del congreso. A partir de entonces se abrió un periodo de negociaciones entre ambos líderes, con la participación de pesos pesados de la derecha francesa como Alain Juppé o el propio Nicolas Sarkozy, sin llegar a ningún acuerdo.Desde entonces la situación sigue bloqueada mientras la división de la derecha francesa se acentúa día a día hasta el punto de romper en dos su grupo parlamentario en la Asamblea Nacional: por un lado los partidarios de Copé siguen agrupados en torno al grupo parlamentario de la UMP pero pasan de 194 a 122 diputados, y por el otro Fillon y 71 diputados más han creado 'temporalmente' un nuevo grupo llamado Rassemblement UMP que han prometido disolver cuando se repitan las elecciones a la presidencia de la UMP.Mientras la UMP sigue con este embrollo alguien ve los toros desde la barrera frotándose las manos: Marine Le Pen. La líder del Frente Nacional lleva tiempo trabajando en la sombra (y no tan en la sombra) para provocar la recomposición del espacio político de la derecha francesa en torno a los postulados xenófobos y racista del FN, y parece que lo está consiguiendo.Ya en las pasadas campañas electorales la UMP se vio obligada a endurecer su postura en determinados asuntos clave debido a la presión ejercida sobre su electorado por el FN desde su flanco derecho, creando un malestar evidente en algunos sectores de la UMP y en sus aliados de centro-derecha. De hecho, Jean-Louis Borloo, antiguo ministro de economía y finanzas del gobierno de Sarkozy, abandonó la UMP para fundar la Unión de Demócratas e Independientes, un nuevo partido de centro-derecha que cuenta con 29 diputados en la Asamblea Nacional, muchos de ellos anteriores diputados de la UMP.La rivalidad Copé-Fillon puede ser mucho más grave de lo que ya es para la derecha francesa. Las desavenencias entre ambos compañeros de partido colocan a la UMP en clara posición de debilidad de cara a la sociedad francesa. Justo lo que mejor le viene a Marine Le Pen que ahora podrá presentarse ante el electorado conservador como la líder de una "derecha sin complejos", unida y sin fisuras en torno a los "intereses de Francia". Veremos como acaba todo.