OTAN no, empleo y vivienda sí
La ciudadanía de Andalucía y todas las organizaciones sociales que componemos la <> seguimos alzando nuestras manos y nuestras voces y nuestra voluntad ética y política, también en tiempos de crisis, frente al militarismo y las guerras. El desempleo, los desahucios, la cascada de recortes presupuestarios y más y más violaciones de derechos humanos y sociales tan básicos como el acceso a la salud y a la escuela pública de calidad es el programa con que los mercados y los poderes financieros (Botín, Telefónica, Repsol, Juan Carlos I o Rato), de la mano de una clase política mayoritariamente cómplice, están sometiendo al país y al Bien Público.
El resultado está siendo, además del caos social, una sistemática represión policial y el intento de criminalización de las protestas sociales contra el golpe de estado social y económico que estamos sufriendo. El provocador recorte libertades que impide a la población hacer valer su voz es, de la mano del PP y del PSOE, un claro secuestro de la democracia. Sirva como ejemplo de ello el cambio gubernamental de la Constitución para pagar la deuda pública que nos han impuesto los bancos.
El Movimiento por la Paz de Andalucía siempre ha expresado su preocupación prioritaria por la nuclearización del territorio, la sumisión de España a la OTAN, la traumática consolidación de las grandes instalaciones militares extranjeras en Andalucía, etc., pero ahora estamos sufriendo más que nunca una GUERRA SOCIAL organizada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo, El Fondo Monetario Internacional, etc.
El nuevo “orden público” que se nos ha impuesto en el plazo de un par de años coincide con una política de Defensa y una Política Exterior empeñadas en consolidar, por su parte, un estado armamentista y belicista hasta límites que no dejan de sorprendernos. Es decir hacia el interior un estado de represión policial y hacia el exterior una “intervención humanitaria” (como en Irak o en Libia) tras otra.
Y a este programa capitalista, antiecológico e inhumano lo llaman los poderosos defensa de la democracia y de los derechos humanos… ahí es nada.
Efectivamente, la instalación en Rota del peligroso escudo antimisiles, o la elección de un gris empleado de las industrias de armas (el sr. Morenés) como ministro de la guerra, o el impune aumento de hasta unos 18.000 millones de euros en gastos militares (que se detraen de las necesidades en Educación o Sanidad), o la venta de armamento a férreas dictaduras como la que rige en Arabia Saudí, o la prórroga del tratado bilateral con EE.UU., o el continuado atraque de buques nucleares en Rota y Gibraltar, o el entrenamiento de pilotos de cazabombarderos saudíes en la base aérea de Morón, etc., etc., son ejemplos del militarismo que estamos denunciando.
Si nosotros y nosotras no lo impedimos, el papel de Andalucía en el contexto geoestratégico mediterráneo (militarización creciente, submarinos atómicos en Rota y Gibraltar, base de Morón, etc.) va a seguir siendo asegurar la operatividad de una guarida de armas y generales de la OTAN para ejecutar, desde estas bases, planes de intervención militar nuevos como el que se proyecta sobre Malí, o para apoyar mortíferas estrategias de guerra (como la que se está practicando contra Siria al dar apoyo a la oposición armada), o para, llegado el momento, respaldar con buques, aviones, drones y soldados el posible ataque de Israel y Estados Unidos de América contra Irán.
El Movimiento por la Paz de Andalucía saludamos a todas las movilizaciones ciudadanas pacíficas que, con objetivos emancipadores, están logrando en algunos países del mundo árabe un aumento de las libertades públicas y de respeto a los derechos humanos, pero condenamos con firmeza la ignominiosa ingerencia de los países occidentales que pretenden derrocar regímenes que no son de su agrado mediante operaciones militares, presiones económicas, etc.
Por todo ello, llamamos a:
- apoyar las actividades que en Cádiz, los días 16 y 17 de noviembre, van a tener lugar frente a los mensajes de los poderosos en la XXIIª Cumbre Latinoamericana de Jefes de Estado
- desmantelar las bases de Rota, morón y Gibraltar, pues es aquí donde empiezan las guerra
- reforzar más que nunca el llamamiento a la resistencia social y la desobediencia civil frente a los causantes de la crisis, insistiendo en el despilfarro de los gastos militares y la inhumanidad de las guerras
- exigir políticas concretas de Desarme y Cooperación Internacional que de verdad fomenten la cultura de Paz y Solidaridad Internacional por la que todos y todas luchamos.