La jornada de ayer se anunciaba clave para la izquierda francesa, un punto y a parte en la carrera hacia la presidencia de la República. Comenzaba oficialmente la campaña electoral y el Frente de Izquierda se citaba con la ciudadanía en La Bastilla para celebrar una marcha -en el 141 aniversario del inicio de la Comuna de París- en favor de una 6ª República.
La cita guardaba un tremendo simbolismo: la marcha finalizaba allí donde comenzó la Revolución francesa, celebrando el aniversario del primer gobierno obrero de la historia y los organizadores hicieron un despliegue de medios impresionante para garantizar el éxito del evento: hubo trenes especiales y más de doscientos autobuses llegados desde todos los rincones del país. Hubo incluso actuaciones en directo mientras la marcha llegaba a La Bastilla. Un éxito. Las cifras hablan por sí solas: 120.000 personas desbordaron La Bastilla y las propias espectativas del Frente de Izquierda, que esperaba entre 20.000 y 30.000 asistentes. Cuatro veces menos.
La fiesta transcurrió sin incidentes. La marcha salió de la Plaza de la Nación a las 14h00 y recorrió las calles de París al grito de 'Resistencia' frente a los mercados financieros, proclamando la insurrección democrática y la revolución ciudadana. No llegó a La Bastilla hasta las 17h00, aunque a las 15h00 la plaza ya estaba llena. Es de destacar que a la marcha no acudieron sólo militantes y simpatizantes del Frente de Izquierda. Se dieron cita desde jóvenes a pensionistas, desempleados, sindicalistas y trabajadores en huelga o con problemas laborales en sus centros de trabajo. Incluso acudieron diversas organizaciones y asociaciones que no formaban parte del Frente de Izquierda pero que quisieron mostrar su apoyo a la lucha por una sexta República más social y democrática. Como de costumbre, tras el mitin asombrosamente corto de Jean-Luc Mélenchon, el evento acabó con la Internacional seguida de la Marsellesa, algo que ya es una seña de identidad.
Sin duda la jornada de ayer fue todo un éxito que se puede medir de varias maneras. Primero, por el número de participantes. Para hacernos una idea, la UMP de Sarkozy, partido en el gobierno y con infinitamente más recursos que el Frente de Izquierda, reunió en su mitin de Villepinte a 63.000 personas, la mitad de las que acudieron ayer a la cita de La Bastilla. Segundo, el hecho de que el Frente de Izquierda ocupará las portadas de los periódicos durante el fin de semana y que durante todo el día de ayer abriera los informativos tanto de las cadenas públicas como de las privadas. BFMTV e iTéle, cadenas privadas de información continua ofrecieron durante todo el día conexiones con La Bastilla, entrevistaron a participantes y a los líderes de los partidos políticos que conforman el Frente de Izquierda, emitieron varios reportajes y dieron en directo y al completo el mitin de Jean-Luc Mélenchon. Además hay que sumar una entrevista a Mélenchon en BFMTV y otra más en el informativo de la noche de France 2. Tercero, el Frente de izquierda ha conseguido ya en varias ocasiones poner sobre la mesa varios temas de su programa electoral: primero el aumento de impuestos a las clases altas, luego la planificación ecologista, y ahora la conveniencia o no de una 6ª República. Y cuarto y último, las reacciones de sus rivales políticos: la secretaria nacional de EELV, Cécile Duflot, acusó a Mélenchon de "hacer política con un retrovisor" mientras Hollande reforzó su discurso del voto útil para parar a la derecha. Para mi esto es importante, es la prueba de que el Frente de Izquierda empieza a ser considerado una alternativa y estos rivales sienten la necesidad de desacreditarlo de alguna manera o de intentar reducir su peso electoral.
Mélenchon está haciendo una gran campaña, eso nadie lo pone en duda. Ha conseguido enganchar a todo el espectro a la izquierda del Partido Socialista, incluido a militantes de EELV que se han decantado por él antes que por su propia candidata. Pero sobre todo es interesante ver cómo ha conectado con un sector de la sociedad francesa que ve en Mélenchon al único defensor de los valores tradicionales de la República y la soberanía nacional frente a los ataques del neoliberalismo y de la extrema derecha. Esos son los dos pilares sobres los que se asienta el discurso de Mélenchon: defensa de la República y transformación de la sociedad. Está funcionando.
La tendencia del Frente sigue al alza, sigue congregando multitudes y subiendo en los sondeos. Queda menos de un mes para la primera vuelta de las presidenciales. Desde el FDG ya han anunciado que la campaña pasa ahora a otro nivel y siguen convencidos de que Mélenchon será el tercer hombre de las presidenciales. El ambiente es realmente apasionante y cada vez más personas creen que es posible hacer algo grande. En avant!