El mapa que os presento a la derecha recoge las principales autopistas francesas. En total son más de 11.000 km (cifra de 2005) de los cuales más de 8.000 corresponden a autopistas de peaje. La red de autopistas se extiende a lo largo y ancho de todo el país. ¿Todo? no, una región de irreductibles bretones se resiste a pagar por usar la red de carreteras del Estado como el resto de los franceses. ¿Pero por qué?
Según una leyenda muy extendida esta peculiaridad se debería a Ana de Bretaña, duquesa de Bretaña y posteriormente reina de Francia, quien habría exigido a los reyes franceses la gratuidad de las rutas y caminos bretones -que se habría prolongado hasta nuestros días- entre otras cosas. El acta de unión entre el reino de Francia y el Ducado de Bretaña, firmado después de la muerte de Ana de Bretaña, recoge que Francia va a “conservar y aceptar los privilegios que los bretones han disfrutado y hecho uso en el pasado”. Con esto se refiere a las concesiones hechas por el duque Juan V sobre los impuestos en las rutas comerciales, la compra-venta sobre los mismos etc. Sin embargo, estos privilegios serán abolidos la noche del 4 de agosto de 1789 cuando la asamblea constituyente francesa abolió todos los privilegios feudales, instaurando el principio de igualdad de todos/as ante la ley.
Otra leyenda urbana sitúa el origen de este hecho en fechas más recientes. Charles de Gaulle, héroe francés de la 2ª guerra mundial y primer presidente de la V República, habría decidido que las autopistas bretonas fueran gratuitas para compensar a la región por la fuerte pérdida de hombres durante las guerras mundiales.
Pero la realidad parece ser menos legendaria. En mayo del 68, y bajo la fuerte presión de los movimientos cívicos bretones, el CELIB (Comité d’étude et de Liaison des Intérêts Bretons) propuso un plan de carreteras destinado a romper el aislamiento de la región y comunicarla con el resto de Francia. Este plan fue aprobado por el gobierno nacional y se mantiene hasta hoy.
Sin embargo la gratuidad de las autopistas bretonas se pone en cuestión cada cierto tiempo pero hasta ahora se ha topado con el rotundo rechazado de la población de Bretaña. Cabe destacar que en este aspecto, la división regional francesa se hace notar y el departamento de Loira-Atlántico no goza de este privilegio al no pertenecer a la región administrativa de Bretaña, por ahora.