A esta alturas ya muchos estaréis enterados de que la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha imputado a Miguel Reneses, secretario de organización federal de IU, por presunto acoso sexual.
Ayer María Espinosa y Tania Sánchez, diputadas de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, hicieron pública su opinión al respecto argumentando que Reneses debe dimitir de todas sus responsabilidades ya que incumple el artículo 8 del código ético que el Consejo Político Federal de IU aprobó el pasado mes de abril de 2011. El artículo en cuestión dice:
Los militantes y/o cargos públicos de IU imputados por un juez o magistrado, procesados o condenados por delitos relacionados con la corrupción, prevaricación con fines de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos público o privados, malversación y apropiación de caudales públicos, cohecho, racismo, xenofobia, homofobia o violencia de género, cesarán de forma inmediata de sus cargos públicos así como de los órganos de dirección de IU a nivel estatal, autonómico o local si los tuvieren. También serán apartados de forma cautelar de la militancia hasta que cese la imputación, el procesamiento o exista sentencia absolutoria.
Para evitar suspicacias dejaré claro que no conozco personal y casi ni políticamente a ninguno de los mencionados en este post. Bien, una vez dicho esto, empecemos. Como ya dije en otro momento, no estoy de acuerdo con 'airear' o hacer públicas declaraciones que son más propias de consejos federales o de debate interno, y más si vienen de cargos públicos. Sobre todo porque hay muchos buitres rondando sobre Olimpo y otras sedes deseando que pase algo. Pero este es otro tema.
Efectivamente no hay ninguna duda. Miguel Reneses ha sido imputado, incumple el código ético y por tanto no le queda otra que dimitir. El código ético está aprobado y ha de cumplirse por completo, pero no solo su artículo 8. Aunque pienso que tal y como está redactado, el código ético es otro de esos documentos con los que tanto nos gusta atarnos de pies y manos en IU: si te imputan debes dimitir. Da igual que sea por un delito de sangre o por descargarte una canción por Internet. Que la imputación tenga una base sólida o sea un estupidez no importa mucho.
Además cabe recordar que la imputación no implica en ningún caso ser ya culpable del delito que se imputa, solo que el juez cree que existen indicios de delito y que por tanto debe ser esclarecido. Además, alguien puede ser imputado en una causa penal con el fin de garantizar sus derechos procesales ya que así, por ejemplo, tiene derecho a su defensa y puede declarar acompañado de un abogado. Por ello creo que en su redacción actual en el código ético estar imputado es sinónimo de ser culpable.
Efectivamente no hay ninguna duda. Miguel Reneses ha sido imputado, incumple el código ético y por tanto no le queda otra que dimitir. El código ético está aprobado y ha de cumplirse por completo, pero no solo su artículo 8. Aunque pienso que tal y como está redactado, el código ético es otro de esos documentos con los que tanto nos gusta atarnos de pies y manos en IU: si te imputan debes dimitir. Da igual que sea por un delito de sangre o por descargarte una canción por Internet. Que la imputación tenga una base sólida o sea un estupidez no importa mucho.
Además cabe recordar que la imputación no implica en ningún caso ser ya culpable del delito que se imputa, solo que el juez cree que existen indicios de delito y que por tanto debe ser esclarecido. Además, alguien puede ser imputado en una causa penal con el fin de garantizar sus derechos procesales ya que así, por ejemplo, tiene derecho a su defensa y puede declarar acompañado de un abogado. Por ello creo que en su redacción actual en el código ético estar imputado es sinónimo de ser culpable.
Imaginemos un caso extremo. Manos limpias, Falange o cualquier otra asociación u organización de demócratas de toda la vida decide acusar a Cayo Lara de sedición por querer de acabar con el orden constitucional actual y uno de estos jueces tan progresistas que tenemos en España decide imputarlo. Cayo Lara, por tanto, debería dejar de ser Coordinador Federal, diputado y portavoz en el Congreso porque si no lo hiciera, el Coordinador Federal estaría incumpliendo el código ético de su propia formación. Es un ejemplo rocambolesco, pero el código ético está ahí y se habría de aplicar igualmente. Ponemos a nuestros cargos públicos a merced de cualquiera con capacidad y ganas de apartarlo de la vida política.
¿Qué hacer entonces? En mi opinión se debería cambiar el código ético en este aspecto, o al menos, especificar claramente que se asume la presunción de inocencia de nuestras compañeras y compañeros imputados y que no se les exige que dimitan hasta que haya pruebas suficientes. Aunque entonces el problema estará en qué se consideran pruebas suficientes. En fin, un lío.