Manuel Fraga Iribarne ha muerto. No tengo para su muerte ni palabras de alegría ni mucho menos tendré palabras de tristeza. Manuel Fraga Iribarne fue lo que fue: un fascista, y así lo recordará la historia aunque muchos empiecen ya a ocultarla. Padre de la democracia, demócrata de toda la vida.... y más calificativos con los que el torbellino mediático del sistema empezará a martillearnos desde hoy y por los siglos de los siglos.
Manuel Fraga, fundador y presidente de honor del Partido Popular, se va con las manos manchadas de sangre, muriendo en su cama y sin ser juzgado. El mismo día en que se celebraba el aniversario del fusilamiento de Rosa Luxemburgo.
El día después de su muerte prefiero acordarme de Julián Grimau, de los obreros de Vitoria y de todas las víctimas del franquismo que aún siguen en las cunetas y que hace de España el segundo país con más muertos en fosas comunes después de Camboya.
Al menos, de este pequeñísimo espacio quiero que quede constancia de lo que hizo este 'señor'. Ni olvido ni perdón.