El pasado domingo se celebraron quizás las elecciones generales más predecibles de los últimos años. Todas las encuestas auguraban la mayoría absoluta del PP, la debacle del PSOE, el ascenso de IU y UPyD etc.
Efectivamente esos fueron los resultados. El PP de Rajoy ha conseguido su mejor resultado histórico prácticamente sin hacer nada durante sus años de oposición, con un programa más que ambiguo y sin proponer medidas de gobierno claras más allá del "hacer lo que hemos dicho que vamos ha hacer". Por su parte el PSOE consigue dos cosas por mérito propio: darle la mayoría al PP y obtener el peor resultado de su historia reciente.
En tercer lugar y por mérito propio aparece Izquierda Unida que pasa de dos a once diputados, quedándose además tremendamente cerca de conseguir algún escaño más en Cádiz (menos de 4.000 votos) o Alicante. La formación liderada por Cayo Lara ha logrado su mejor resultado desde 1996 y consigue tener un grupo parlamentario fuerte como apoyo a su presencia en las calles.
UPyD era otra apuesta segura. El Pink Power de Rosa Diez con un discurso prácticamente centrado en Madrid y dirigido contra ETA obtendrá -presumiblemente- su propio grupo en el congreso. CiU podría ser otro ejemplo para estudio: aumenta en cinco sus diputados a pesar de llevar a cabo una política de recortes desde que llegó al gobierno de la Generalitat, y de haber apoyado al PPSOE durante estos años de crisis. Por último, Amaiur entra en el congreso por la puerta grande siendo la fuerza política más votada en Euskadi logrando siete escaños.
Merece también mención los resultados de dos formaciones extraparlamentarias, que se estrenaban en estas elecciones y que han tenido un importante apoyo de 'Público': Equo e Izquierda Anticapitalista. Equo puede estar contento a pesar de sus más de 200.000 votos y no conseguir escaño, además esto le permitirá subirse al carro del cambio de ley electoral. Por su parte Izquierda Anticapitalista casi obtiene menos votos que líneas en 'Público': menos de 25.000 y un 0'10% de los votos. Cabe recordar que ambas formaciones rechazaron la oferta de Izquierda Unida para concurrir juntos en estas elecciones.
Si hay un aspecto que me ha llamado la atención para bien ha sido la conciencia de muchísima más gente sobre el cuestionable sistema electoral del Estado. Sin duda el que la ciudadanía en general empiece cada vez más a reclamar un cambio en la ley electoral es una buena señal. Por internet lleva circulando desde el final del escrutinio del 20N un documento on-line sobre cómo quedaría el congreso con una ley proporcional y más justa, con un método parecido al que se aplicó desde este blog a los resultados de la macroencuesta del CIS. Del documento se extraen estos resultados:
Aunque soy partidario de incluir un porcentaje mínimo del 1% para poder estar presente en el congreso, la conclusión que salta a la vista es la de siempre: la ley electoral favorece a los partidos mayoritarios y castiga al resto. El Partido Popular obtiene el 44,62% de los votos y el 53,14% de los escaños, aumentando sólo en 500.000 votos con respecto al 2008. Como siempre Izquierda Unida y UPyD son la otra cara de la moneda: IU sigue siendo la fuera política más castigada y obtendría 25 escaños en lugar de los 11 que obtuvo mientras que ha UPyD le corresponden 17 en lugar de 5.
En definitiva, con un sistema electoral más justo el PP no habría obtenido mayoría absoluta. ¿Se acuerda alguien cuando el PSOE y Rubalcaba rechazaron reformar la ley electoral para hacerla proporcional y pactaron con el PP endurecerla aun más?