¿Se te ha estropeado la bateria del portátil que te compraste hace apenas un año y no tiene reparación? ¿Los teléfonos móviles cada vez te duran menos? ¿Tu impresora ha dejado de imprimir y te cuesta más arreglarla que comprarte un nueva? ¿Tu televisor se ha muerto sospechosamente unos meses después de que se cumpliera la garantía? Si alguna vez te has planteado alguna de estas preguntas, o similares, te recomiendo que veas "comprar, tirar, comprar" un documental emitido el pasado domingo por La2 que trata el concepto de la obsolescencia programada.
Hay miles de ejemplos: chips que se instalan en productos electrónicos para limitar su uso, baterías programadas para una duración límite de un año, medias que se estropean a los cinco lavados... Sin duda nos vienen a la cabeza esa frases de nuestro abuelos y abuelas de "antes las cosas se hacían para que durasen", nada más cierto.
Esto de que se quejan nuestros abuelos y abuelas no es más que una práctica empresarial, la antes mencionada obsolescencia programada- que consiste en reducir a propósito la vida útil de los productos para obligar a los consumidores a adquirirlos nuevamente y aumentar las ventas. Para Cosima Dannoritzer, la directora del documental: "esta práctica empresarial se ha convertido en la base de la economía moderna, a pesar de las terribles consecuencias medioambientales de un sistema que genera toneladas de residuos inútilmente". Así de simple. Una bombilla que dura cinco o seis años no es rentable para las empresas que las fabrican. Es mejor obligar al consumidor a comprar varias bombillas por año, y ganar más dinero.
El documental también nos muestra la otra cara de la moneda. Toneladas de residuos tecnológicos, proveniente de todos los países del mundo son llevados a África para su "reutilización". Esta práctica ha convertido a África, y más concretamente a Ghana, en el vertedero tecnológico del primer mundo. Primero esclavizamos a los africanos y africanas, luego los sometemos económicamente, les robamos sus recursos naturales, nos nutrimos de sus emigrantes en nuestras economías de países ricos, etc y a quienes se quedan allí los matamos de hambre o por contaminación.
Estas son dos bases del capitalismo: consumir, consumir y consumir para crecer más sin importar el medioambiente o la vida de las personas. El sistema capitalista no se sostiene sin el consumo desmesurado, nuestro consumo desmesurado. Pero ¿que es crecer? ¿Podemos las sociedades del primer mundo crecer hasta el infinito en un mundo con recursos fintios?
Os recomiendo que veáis el documental y que reflexionéis por vosotros/as mismos/as.