En trece meses pasó de ser alcaldesa de Córdoba a Ministra de España, pasando por la consejería de la Junta de Andalucía. Cambió su militancia comunista en una formación republicana, anticapitalista, feminista y verde por pertenecer al gobierno que más ha atacado los derechos de los trabajadores y trabajadoras con su reforma laboral, que destina más de nueve millones de euros a la casa real sin ningún tipo de control mientras presenta los presupuestos más antisociales de la historia y aplica sin tapujos la política que le marca el FMI, que no toca ni un céntimo del bolsillo de los ricos etc. Que rápido se olvida la ideología y los valores que, supuestamente, siempre ha defendido cuando te ofrecen un buen sillón, aunque sea un buen sillón de un barco que hace aguas y que se hundirá pronto.
¿Todo por qué? ¿Micrófonos y protagonismo? ¿Dinero? ¿Carrera política? El tiempo dirá. Mientras, se unirá a aquellos otros que también se vendieron en su día y recibieron su pago en forma de ministero. Y estoy seguro que como ellos, a Rosa Aguilar le esperan unos largos años en la política nacional rodando de asiento en asiento. Adiós de nuevo Rosa, yo no te hecho de menos.