Si preguntamos a cualquier vecino o vecina de nuestra ciudad por cuáles son los colores de la bandera de El Puerto, con casi total seguridad la respuesta sería la misma: verde y amarillo. La bandera de nuestra ciudad está presente en los edificios municipales, en nuestras fiestas locales, en el salón de plenos, en la toma de posesión de alcaldes y concejales, en las recepciones oficiales, en Wikipedia…
Pero basta con investigar un poco sobre la historia de nuestra bandera local para toparse con un hecho sorprendente: El Puerto no tiene bandera oficial.
Esta afirmación es tan chocante como cierta. Desde hace más de cuarenta años nuestra ciudad viene usando una bandera alegal, pues ésta no está aprobada por el pleno del Ayuntamiento y, por tanto, no está reconocida por la Junta de Andalucía ni recogida en el catálogo de escudos y banderas oficiales de las entidades locales de Andalucía. El motivo principal es que ninguna corporación local ha cumplido con los trámites para dotar a nuestra ciudad de una bandera que nos represente y que vienen estipulados en el capítulo segundo de la ley 6/2003, de 9 de octubre, de símbolos, tratamientos y registro de las Entidades Locales de Andalucía.
Es difícil buscar un motivo por el que ningún gobierno municipal se haya atrevido a dar el paso de legalizar la bandera local. Desconocimiento, desidia, cierto rechazo por la asimilación con los colores de Independientes Portuenses, poca o nula importancia para el día a día del Ayuntamiento…. O quizás sea porque nuestra bandera carece de historia propia que la justifique y relacione con nuestra ciudad. Mejor dejarla ondeando, oficiosa y alegalmente, sin causar problemas.
De hecho, solo existe una referencia a la bandera portuense en las actas y acuerdos del pleno de la ciudad. Data del 6 de mayo de 1977, cuando el pleno del Ayuntamiento aprobó izar en la fachada de la casa consistorial la bandera andaluza. En el punto dos de aquel acuerdo podemos leer:
Disponer que la bandera andaluza se ize siempre a la izquierda la bandera nacional española, roja y gualda, como símbolo de la unidad nacional y política de España. A la derecha de la bandera nacional figurará la del Puerto de Santa María, representativa del municipio portuense, compuesta por los colores amarillo y verde.
Y ya está. Ninguna otra referencia, mención o acuerdo al respecto. Solo este, insuficiente para dar oficialidad a la bandera.
Llegados a este punto cabe preguntarse de dónde viene nuestra bandera y por qué tiene esos colores y no otros. Para ello, lo mejor es recurrir a un artículo publicado por Francisco Andrés Gallardo el 16 de septiembre de 1995 en Diario de Cádiz, en el que relata detalladamente cómo se fraguó el nacimiento de la bandera verde y amarilla. Quizás, el único artículo existente que trata esta cuestión con profundidad.
Según este artículo, la bandera local nace a finales de 1973, cuando “se convocó una reunión en el Palacio Municipal de distintos concejales y trabajadores del ayuntamiento para elegir una enseña oficiosa de la ciudad”. En aquella reunión, continúa relatando Gallardo, “se propuso los colores grana y oro -de una bandera anterior, que fue rechazada por la posible alusión comunista al rojo-, y combinaciones de azul (...) fue rechazado para no coincidir con Jerez. Al final se determinó dos franjas horizontales verde y amarilla.”
Adaptación de la bandera que ondeó en el verano de 1974 |
La nueva insignia vería la luz en la Feria de 1974, pero lo malo de inventarse algo tan identificativo para una ciudad como una bandera es su falta de arraigo y representatividad. Por ejemplo “en ese verano, el entonces concejal de playas, Javier Merello, al que no le gustaba la combinación, dispuso que el color verde fuera cambiado por el azul celeste”. Esa bandera alternativa ondearía en nuestra costa algunas semanas hasta que “le convencieron para cambiarlas y unificar los motivos”.
Gallardo detalla también algunos antecedentes históricos que se han tratado de encontrar a nuestra enseña local, en busca de un pasado ilustre o glorioso. No ha habido suerte, no lo hay, no lo tiene. Entonces ¿la bandera portuense es fruto del azar de aquella reunión a puerta cerrada en 1973? No:
Rafael Sevilla, el concejal que más apostó por la actual bandera, comenta sobre su simbolismo que “simplemente el verde, es la fusión de mar y campo, y el amarillo refleja nuestra riqueza vinícola. Lo cierto es que Sevilla, además de concejal era el Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío.
Y aquí está la clave, tal como explica Gallardo, en la Hermandad del Rocío. La caseta de la Hermandad portuense había enarbolado la bandera verde y amarilla en la feria de 1973, no como bandera local, sino como estandarte de la propia Hermandad:
La matriz de Almonte, meses antes permitió la incorporación de colores distintivos a los cordones de las medallas. Hasta entonces todos eran unificados: verde y blanco. Los rocieros portuenses se decantaron, para su identificación, cambiar, simplemente el blanco por el amarillo.
Voilà. He aquí el origen de la oficiosa bandera de El Puerto. A ésta teoría sobre su origen se han referido otros artículos más recientemente, como éste de Luis Miguel Morales publicado el 16 de enero de 2015 en Viva El Puerto. Curiosamente, también hace referencia a otros colores más relacionados con la historia de nuestra ciudad: “ Los colores que podrían atribuirse a El Puerto, lejos del verde y amarillo, es el carmesí o el azul y blanco”.
Aunque, como comenta Morales, “medio siglo ha servido para asociar de forma inequívoca unos colores a una población”, es interesante preguntarse por esos otros colores, o por esa “bandera anterior”, que comentaba Francis Gallardo en 1995. El carmesí o el grana y blanco son sin duda una referencia al Pendón Real de El Puerto, cuya rocambolesca historia relata Hipólito Sancho en un artículo publicado en la Revista Portuense (puede consultarse aquí).
Pendón de El Puerto |
Aquel pendón era de color damasco carmesí y fue creado en 1746 para conmemorar la incorporación de la ciudad a la Corona en 1729, tras permanecer bajo dominio de la Casa de Medinaceli desde finales del siglo XV. Lamentablemente, el pendón sería destruido a finales de 1958 en un incendio ocurrido en una finca de Toledo propiedad del conde de Armíldez de Toledo.
La imagen que acompaña a este artículo es de las pocas que pueden existir del Pendón de El Puerto y está sacada del expediente relativo a la bandera de nuestra localidad que existe en el Archivo Municipal.
Sin duda, el Pendón es una referencia histórica de peso a tener en cuenta a la hora de atribuir unos colores a nuestra ciudad, aunque como dejaba escrito Gallardo, recordando una palabras de Hipólito Sancho, “no puede considerarse propiamente un estandarte que representara distintivamente a la ciudad. No puede calificarse dentro del concepto moderno de bandera.”
Sin embargo, muchas ciudades de la zona mantienen el pendón como su bandera actual, por ejemplo, Cádiz
Otra referencia que relaciona el color carmesí como identificativo de El Puerto la encontramos en un hecho ignominioso: la concesión de la medalla de oro de la ciudad a Franco. En aquel pleno celebrado el 4 de julio de 1962 se acordaba hacer entrega de tal distinción al dictador, pero tras una sugerencia de la Real Academia de la Historia, se acepta que en lugar del habitual color carmesí, el cordón lleve los colores identificativos de la Casa de Medinaceli -el celeste-.
La situación tan peculiar en la que se encuentra la bandera de nuestra localidad permite adentrarnos en un ejercicio de vexilología ficción en el que jugar con otros colores que podrían representar a nuestra ciudad:
Las tres banderas que se muestran sobre estas líneas mantienen el escudo actual de la ciudad junto al carmesí del pendón (izquierda) quizás demasiado parecida a otras banderas de nuestro entorno; el carmesí junto al celeste de la Casa de Medinaceli (centro); y el carmesí acompañado del blanco (derecha), símbolo de paz, entendimiento entre culturas y pequeño guiño a nuestro mítico pasado fundacional griego a manos de Menesteo. Como digo, una simple y divertida licencia creativa que no pretende ir más allá.
Tras este cromático recorrido quedan varias cosas claras: que la bandera verde y amarilla de El Puerto no es oficial porque nunca ha sido aprobada por el Pleno municipal ni está reconocida por la Junta de Andalucía; que es una bandera moderna, con ninguna base histórica que la apoye; que es una adaptación de los colores de la Hermandad del Rocío; y que tras más de 40 años de uso oficioso, está social y políticamente aceptada por toda la ciudadanía portuense.
Por ello, sería conveniente que alguna corporación asumiese la tarea de dotar a nuestra ciudad de una bandera oficial que nos representase a los/as portuenses. Por ejemplo, mediante la creación de una comisión de expertos encargada de arrojar luz y establezca definitivamente las características de la bandera local, sus colores, su simbología, origen o antecedentes etc, ya sea para legalizar la insignia actual, o por qué no, proponer otra diferente más acorde con nuestra historia, nuestro pasado y nuestra idiosincrasia, y que seamos los habitantes de la ciudad quienes tomemos la decisión final mediante consulta popular.