Solo hace cuatro días que llegué a Francia. En este poco tiempo he tenido la oportunidad de conocer un poco el lugar y hacer un pequeña visita turística a Guérande, ciudad -o pueblo- de poco más de 16.000 habitantes. Me llamó la atención la multitud de carteles, nombres de calles, tiendas, etc que hacen alusión a Bretaña, pero sobre todo me fijé en que en todos los edificios públicos (ayuntamiento, hospital, centro cultural, museos etc) está presente la bandera bretona o Gwenn ha du, siempre junto a la francesa eso sí. Incluso dentro de una tienda de ropa, me encontré con otra bandera colgando arriba de la caja. Al entrar en la ciudad, nos encontramos con un cartel con el nombre del pueblo, en francés y en bretón. En la oficina de turismo, junto a su protocolaria bandera bretona hay un cartel que reza "Bienvenido a Bretaña" ¿Normal no? Solo hay un problema, que no estoy en Bretaña.
Bretaña fue desde su fundación, allá por el 330 AC, un espacio territorial y administrativo con unas fronteras más o menos estables. Durante la edad media los bretones, de origen celta, fueron uno de los pueblos que ocupaban la Francia actual, junto a los francos, la Borgoña, o los visigodos. Constituídos en Reino en el 851, y en Ducado en 936, los bretones se mantuvieron independientes hasta que en 1532 se firma el tratado de unión entre el Ducado de Bretaña y el Reino de Francia. A partir de ese momento, Bretaña deja de existir como tal y durante la revolución francesa quedará dividía en departamentos, como el resto de Francia, concretamente en cinco: Côtes-d'Armor, Finistère, Ille-et-Vilaine, Morbihan y Loira-Atlántico.
En 1960 De Gaulle, héroe de la 2ª Guerra Mundial, fundador y Presidente de la V República por aquel entonces, llevó a cabo la regionalización del estado, es decir, creó un nuevo nivel administrativo entre los departamento y el Estado. No fue un proceso complicado salvo en dos zonas de Francia: Normandía (que desde aquel entonces está divida en dos regiones: Alta y Baja Normandía) y Bretaña, caso que nos ocupa.
Fruto de esa regionalización, se crea una región administrativa con el nombre de Bretaña formada por los departamentos de Côtes-d'Armor, Finistère, Ille-et-Vilaine y Morbihan, y con capital en Rennes. El departamento de Loira-Atlántico, que ya había sido amputado de Bretaña en 1940 por un decreto del Mariscal Pétain, Presidente de la Francia de Vichy, pasa a formara parte de los Países del Loira, la única región francesa inventada y sin historia alguna, con capital en Nantes, capital histórica del Ducado de Bretaña.
Desde entonces existen dos Bretañas: la Bretaña histórica, que agrupa sentimentalmente a los cinco departamentos, y la Bretaña administrativa, región francesa de pleno derecho. Han sido multitud los movimientos sociales y políticos, políticos de manera individual, plataformas, etc que han pedido que se corrija este hecho y que la Bretaña administrativa coincida con la Bretaña histórica, sin éxito.
Guérande forma parte del departamento del Loira-Atlántico, y por ende forma para de la Región de los Países del Loira. Sin embargo, desde que estoy aquí no he visto ni un símbolo regional, salvo en el transporte, donde los trenes llevan los colores y el eslogan de Los Países del Loira.
Así, durante los más de cincuenta años que han pasado desde la regionalización, los niños aprendían unas cosas en la escuela, y otra diferente en sus casas o en la calle. En la actualidad el sentimiento bretón sigue siendo fuerte aunque con el paso de las generaciones nacidas y criadas como ciudadanos/as de los Países del Loira ha adquirido una índole más económica que cultural y política. Efectivamente la marca Bretaña es más fuerte y tiene más peso turístico que Loira Atlántico, Nantes o Países del Loira.
Sin embargo no deja de ser curioso que en Guérande o alrededores en ningún edificio oficial hondee la Bandera de la los Países del Loira y que, por el contrario, en todos esté presente la bandera bretona. Da igual el color político. Está a la orden del día, con total normalidad, sin que ningún partido o medio de comunicación se lleve las manos a la cabeza. ¿Pasaría (o pasa) lo mismo en España si por ejemplo en un ayuntamiento de Navarra solo hondease la Ikurriña?
Y no solo es cosa de banderas y símbolos. Hablando con la gente oyes frecuentemente "Nous les bretons...", "En Bretagne...", "Ici c'est la Bretagne..." etc etc Aun no he escuchado a nadie referirse a la región de la que forman parte administrativamente. En fin, Bienvenu en Bretagne!
Así, durante los más de cincuenta años que han pasado desde la regionalización, los niños aprendían unas cosas en la escuela, y otra diferente en sus casas o en la calle. En la actualidad el sentimiento bretón sigue siendo fuerte aunque con el paso de las generaciones nacidas y criadas como ciudadanos/as de los Países del Loira ha adquirido una índole más económica que cultural y política. Efectivamente la marca Bretaña es más fuerte y tiene más peso turístico que Loira Atlántico, Nantes o Países del Loira.
Sin embargo no deja de ser curioso que en Guérande o alrededores en ningún edificio oficial hondee la Bandera de la los Países del Loira y que, por el contrario, en todos esté presente la bandera bretona. Da igual el color político. Está a la orden del día, con total normalidad, sin que ningún partido o medio de comunicación se lleve las manos a la cabeza. ¿Pasaría (o pasa) lo mismo en España si por ejemplo en un ayuntamiento de Navarra solo hondease la Ikurriña?
En el ayuntamiento de Guérande ondean la bandera de Bretaña, la local, la francesa y la europea |